Sigamos en las calles, señalando a las corporaciones y movilizándonos en todos los espacios posibles contra el genocidio en curso. Y continuemos con la campaña global de Boicot, Desinversión y Sanciones (BDS).
A pesar del “acuerdo” vigente en Gaza, el régimen israelí ha incumplido varios compromisos, como permitir el ingreso de ayuda humanitaria y reabrir el cruce de Rafah, en la frontera con Egipto. Israel ha asesinado a más de 100 gazatíes y solo ha permitido el ingreso de una fracción de los camiones de ayuda que debían llegar a la Franja. El bloqueo genocida continúa, manteniendo el hambre del pueblo palestino. Estos crímenes ofenden nuestra memoria colectiva como judíos; violan los valores que siempre nos han guiado, como grupos judíos de 20 países.
El régimen sionista de Israel ha violado unilateralmente los dos últimos altos el fuego en Gaza y Líbano. Lo está haciendo nuevamente ahora, con diversos falsos pretextos. Funcionarios del gobierno israelí impulsan una nueva escalada del genocidio en Gaza, aprovechando haberse asegurado la recuperación de todos los rehenes israelíes. Exigimos que Israel deje de bombardear Gaza, retire completamente sus tropas, ponga fin al bloqueo y permita el ingreso de toda la ayuda necesaria y el regreso de la UNRWA a la Franja. Y que nuestros gobiernos apliquen sanciones a Israel por estas exigencias, en lugar de continuar con su complicidad.
Trump intentó rescatar a Israel y desactivar el creciente movimiento global contra el genocidio imponiendo este frágil acuerdo sobre Gaza mediante la extorsión. A pesar de todas las falencias de este llamado “alto el fuego”, nos solidarizamos con el pueblo palestino y sus organizaciones que celebran el alivio de ya no sufrir los bombardeos ni oír drones sobre sus cabezas las 24 horas. También celebramos la liberación de casi 2000 prisioneros políticos palestinos como parte del intercambio de rehenes.
Las y los palestinos en Gaza siguen sufriendo hambre, enfermedades y la destrucción total de la infraestructura: caminos, plantas de agua, escuelas, hospitales y mezquitas. Incluso si el alto el fuego se respetara y se sostuviera en el tiempo, no pondría fin a la ocupación. El “Plan Trump” busca establecer un protectorado colonial sobre Gaza, con Tony Blair a la cabeza.
Debemos continuar nuestra protesta hasta que el pueblo palestino goce plenamente de sus derechos: el fin del sistema de apartheid, el cese de la limpieza étnica y la ocupación, el reconocimiento del derecho al retorno de las y los refugiados y su derecho a reparaciones —y, sobre todo, su derecho a la autodeterminación.
Debemos continuar la campaña de BDS (Boicot, Desinversión y Sanciones) contra toda complicidad internacional con el régimen de apartheid colonial-sionista de Israel hasta que sea desmantelado, tal como plantea el llamado palestino original de 2005.
Exigimos sanciones efectivas contra Israel, justicia y castigo para todos los responsables de este genocidio y de la intensificación de la limpieza étnica en Cisjordania, Jerusalén Este y los Altos del Golán. Las tropas sionistas deben retirarse de Gaza, Cisjordania y Jerusalén. También deben cesar todos los ataques contra Siria y Líbano.
El momento es ahora. La solidaridad internacional, la movilización constante y la presión política son las únicas garantías de que los derechos del pueblo palestino se hagan realidad. Esta lucha continúa hasta que Palestina sea finalmente libre de todo poder imperial y ocupante.